El proceso de divorcio en Estados Unidos puede ser especialmente complicado para los inmigrantes, ya que implica aspectos legales, financieros y emocionales. Si está pensando en divorciarse, es importante que conozca las leyes de su estado, ya que varían en cuanto a la división de bienes, la custodia de los hijos y la manutención.

Uno de los primeros pasos es determinar si cumple los requisitos de residencia para solicitar el divorcio en su estado. A continuación, debe decidir si el divorcio será contencioso o amistoso. En un divorcio amistoso, ambas partes están de acuerdo en los términos, lo que puede ahorrar tiempo y dinero. Sin embargo, si hay desacuerdos, es aconsejable contratar a un abogado especializado en derecho de familia.

Para los inmigrantes, es crucial tener en cuenta cómo puede afectar el divorcio a su situación migratoria, especialmente si dependen del visado de su cónyuge. En estos casos, consultar con un abogado de inmigración es esencial para proteger sus derechos y evitar problemas legales en el futuro.